El queso es un lácteo que se considera “vivo”. Una vez fabricado, el proceso de curación continúa, debemos saber que el frío ralentiza este proceso mientras que el calor lo acelera. A mucha gente le aborda el pensamiento de “el queso debe estar siempre en el frigorífico”, mientras que otra mucha piensa que no es así. Seguro que en vuestras casas también han surgido las preguntas de ¿Qué es mejor guardarlo en papel o cristal? ¿Debe respirar o lo metemos en la nevera?

En este post vamos a explicar como conservar el queso de manera correcta y a la temperatura adecuada.

 

 

¿Cuánto dura el queso bien conservado?

Generalmente depende del tipo de queso, los quesos con pasta más blanda tienen un periodo de conservación de menor tiempo que los que son más duros. Como estimación: un queso de pasta blanda podría durar hasta 20 días, mientras que uno de pasta dura podría durar hasta meses.

4 Métodos para conservar el queso

Ya conocemos los dos grupos donde podemos englobar los quesos, ahora vamos a ver como podemos envolver cada uno para hacer que su conservación sea eficaz, además de conocer la temperatura a la que debemos de mantenerlos.

 

 

Recipientes herméticos

Los ya mundialmente conocidos como “tuppers”. Conservándolos de esta manera debemos prestar atención al estado del queso, ya que puedes haber algunos que fermenten.

En caso de optar por este método, es recomendable colocar un pequeño trozo de papel de cocina en la parte inferior del recipiente, de esta manera recogerá la humedad que puede soltar.

Papel de horno

Es una gran alternativa cuando se trata de quesos más blandos o tiernos. Lo ideal es que este papel sea microperforado o de horno, una vez envuelto colocamos el queso en la parte alta del frigorífico (ya que es la más fría).

A la hora de envolver la pieza de queso trata de colocar el papel sin pegarlo mucho, ni tampoco dejándolo demasiado suelto, porque de esta manera permitiremos que el queso respire y a la vez no se seque.

Paño

Cubrir el queso con trapo de algodón y húmedo es uno de los métodos de conservación más efectivo para quesos curados y semicurados. La principal función de este paño es absorber la humedad del queso y alargar su vida..

Consejo: Cada vez que cortes una porción de queso intenta cortarlo por un lado distinto, de esta manera el queso se mantendrá fresco por ambos.

Papel film

Es un clásico, usado en gran cantidad de alimentos, y en este caso junto con el envoltorio original, es uno de los mejores métodos para conservar nuestro queso.

En este caso, el papel film debe quedar bien ceñido al queso, así no habrá aire entre la pieza y el envoltorio, de esta manera la humedad a la que se exponga será menor.

 

 

Temperatura para conservar el queso

La temperatura de conservación también varía en función del tipo de queso, los quesos con pasta más blanda se conservan mejor en temperaturas más bajas (4º-8º). Por eso, como mencionamos antes, es mejor guardarlos en la parte alta del frigorífico.

Por su parte, los quesos de mayor curación, más duros, se conservan a temperaturas más altas (8º-12º), para ello puedes almacenarlos en la parte baja de la nevera, o en los cajones inferiores.

Tanto la temperatura como el envoltorio son sumamente importantes para que las piezas de queso se conserven en buen estado.

¿Se puede congelar el queso?

Se puede congelar, pero no es recomendable. Debemos de tener en cuenta que si optamos por este método de conservación el queso perderá propiedades como sabor y textura. Además, es probable que los quesos duros se desmenucen cuando intentes cortarlos y los más blandos se vuelvan granulosos.

En todo caso, lo recomendable si se opta por esto es que se congele en porciones, de esta manera cada vez que quieras comerlo, descongelarás esa parte.